No podría, no podría haber imaginado que esto era una posibilidad, se me ocurren otras 50 posibilidades pero no ésta.
Te obsesionaste conmigo hace 30 meses, me perseguiste por los últimos 8 y planeamos nuestra vida juntos desde hace 2 como nunca antes. Así que no ... no es posible que haya imaginado esto como una opción. No lo hice.
Nos perdimos a nosotros mismos , nos lastimamos tanto que la distancia parecía la opción más acertada pero de alguna forma encontramos nuestro camino de regreso... juntos.
Dijiste todo lo que quería escuchar y poco a poco lo hiciste también. Llegar a esta casa de tu mano significó el finalmente poder tener todo lo que una vez soñamos. Después de tantos tropiezos parecía que todo se había alineado, que el momento había llegado. El momento lo es todo y en realidad era el peor.
Pudo ser un poco antes, o bien un poco después, pero sucedió así, en el punto más alto de mi felicidad. Suena como una venganza fríamente calculada para acabar conmigo, como si sólo me hubieras llevado lo más alto posible para tomar impulso y asegurar que mi choque contra el pavimento fuera letal esta vez, que terminara así... fracturada, desangrada... inerte.
No diré que ya no me resisto porque lo hago, creo que hasta despertar en otra casa completamente sola dejaré de hacerlo realmente. Mientras tanto estoy aquí, viviendo de invitada en la casa que supuestamente habías creado para nosotros, sabiendo que ya no soy bienvenida, que soy una extraña durmiendo a tu lado.
Mi cabeza aún no logra descifrar el mensaje, sólo sé que ese quote tiene razón y que debo dejar de luchar, que debo dejar de hurgar en el pasado, en tus palabras porque lo único que comprueban es que creer en ti fue lo más lógico que podía hacer pero al final lo que dices y haces hoy cancela todas tus promesas y aunque hace apenas unos días era tu "amor" y nos jurábamos que seriamos para toda la vida... pasara lo que pasara, hoy tú ya no sientes lo mismo por mí y me has traído aquí por las razones equivocadas.
Me armé de valor y te lo dije, te recordé exactamente las palabras que me guiaron a este lugar...pero tú, tú ya no tienes nada qué decir.
El amor que nos volvió locos, impredecibles e imprudentes se ha agotado.
Ojalá pudiera aplicar todo los Teds que he escuchado y superarte mañana, perdonarte y perdonarme sin más reproches, sin más lagrimas, sin hacer tan evidente mi desesperación de estar tirando por la borda nuestro ultimo intento y ver cómo se hunde.
Porque eso era, el último intento, la ultima oportunidad. En esta ocasión ni siquiera yo, capaz de hacer ver a otros las 18 caras de la realidad, podría hacernos volver de esto. Nadie podría, ha sido demasiado cruel.
No sé que tanto rompí tu idea de mí, qué esperabas sentir que no sentiste, qué sentiste que odiaste, pero me cuesta trabajo procesar que tengo tu versión indiferente y fría de vuelta, la que construí en largos meses ha vuelto a mi de un día para otro y aunque estoy lejos de saber qué pasa por tu cabeza, sólo veo que elegiste aferrarte a ella en lugar de aferrarte a nosotros.
Mi corazón está hecho pedazos tan pequeños que es como si los trozos hubieran recorrido mis venas y estuvieran haciéndome daño desde dentro con una precisión insoportable, con cada simple movimiento.
Estoy asustada, temo de verdad por lo que ésta cantidad de dolor pueda hacerme, como un mal presentimiento de que algo más que mi corazón se ha roto dentro de mi para siempre. Como si el precio por este salto de fé sea mi propia capacidad de confiar nuevamente.
Por una última vez me permitiré repasar los sueños y planes que inocentemente tenía para nosotros, después deberán quedar bajo el agua. Pero no visibles a través de la transparencia, sino sumergidas en las profundidades donde la obscuridad esconde el peligro.
Esperaba que nos besaramos siempre, por todo y por nada, que durmieramos abrazados y que hiciéramos el amor todas las noches... que me despertaras igual que antes en las madrugadas, que me abrazaras por la espalda de sorpresa, que me tocaras y me besaras sin motivo. Esperaba que siguiéramos construyendo nuestro hogar juntos, que saliéramos a buscar muebles y cosas para nuestra casa Soñaba con que planeáramos nuestra boda, nuestra vida, nuestra familia que preparáramos todo para cuándo Camila viniera a vivir con nosotros y que habláramos después de tener un bebesito también.
Sí me entusiasmaba que conocieras a mis papás, a mis hermanos y a mis bebés y me ponía nerviosa de pensar cómo sería un de semana en casa de tu mamá pero ahora conmigo en la ecuación, me asustaba un poco cómo reaccionarían tus hermanos ... Esperaba volver a acompañarte a las reuniones con tus amigos, ir al estadio juntos y a un concierto a cantar como locos. que invitaramos a tus amigos a nuestra casa, que finalmente conocieras a mis amigas, esperaba volver a viajar haciendo duetos y locuras en plena carretera. Así que tenías razón, esperaba muchas cosas, de esas difíciles e importantes... esperaba que sí fuera para toda la vida.
Me hubiera gustado vivirlo todo contigo,
Y no lo lamento, no lamento haberte creído una vez más. Quizás sea porque secretamente el mundo allá afuera me aterra o quizá porque de verdad te amé y quería compartir mi vida contigo, solo sé que la tranquilidad y felicidad que me dió tenerte de vuelta no la pude encontrar ni sola ni con nadie más. Me duele que no hayas sentido lo mismo pero de verdad que valió la pena cada hora que fue real para mi.
Gracias por mostrarme el mundo más allá de mi caja de cristal, por volverte loco conmigo y hacerme delirantemente feliz, gracias por retar al mundo, por hacerme cuestionarlo todo e ir por más. Podré decir muchas cosas pero jamás negar el impacto y la enorme huella que dejas en mi vida.
Tal vez ya no reconozcas a la chica del otro lado de la cama pero puedes estar seguro que te sentirías más orgulloso que nunca. Creo firmemente que todo lo que ha pasado está contribuyendo a que sea la persona en la que me debo convertir y esque a pesar del dolor, la rabia, la soledad y la impotencia de todos estos meses, me veo al espejo y aun con los ojos rojos e hinchados y el alma avergonzada por casi perderme, me veo más fuerte y decidida que nunca, pero sobre todo más compasiva, más gentil, sin nada de que avergonzarme. Lamento que no te haya dado tiempo de verlo.
Pero ahora lo que más lamento es lo mucho que me quieres fuera de tu vida, extrañaré saber que estás del otro lado luchando por mi, por nosotros. Odio estar sintiendo tu rechazo una vez más, sólo que ahora magnificado y darme cuenta que inevitablemente me culpo por estar así, por no haber cuidado mejor de mi.
Quisiera que pudieras ver que juntos siempre fue y hubiera sido más fácil, que lo que estábamos construyendo era invaluable y que de verdad nuestro amor nunca fue un acto de magia sino producto de nuestras acciones y la prueba está en que en el momento que dejamos de regar ese amor, se nos empezó a escurrir entre los dedos. Eso es lo que esperaba en realidad, que pudieramos construirlo nuevamente, que ambos apostaramos por la vida de nuestros sueños y que después de haber pasado lo que pasamos, aceptaramos comenzar ese nuevo matrimonio del que te hablé... juntos.
Discúlpame... ya estoy nuevamente aquí, intentado inútilmente hacerte cambiar de opinión.
Quisiera prometer que no lo haré más pero prefiero no prometer cosas que no pretendo cumplir.
Un día dejaré de luchar, sólo que aún no estoy lista. Se paciente.
- 1/25/2021
- 0 Comments