You came to me, you came back and simply talked me into this, I did not resist. It was how it began, how it went through all these years, I just followed you. 

You looked me in the eyes, held my hand and we started the climb once again... 

I've never wished it more, never wanted it more, never believed in us more and although the mountain seemed colossal I could not wait to start the journey with you. 

It was hard, painful, and challenging to get there but we reached the top. I cried at the breathtaking view and my legs crumbled a little, my heart was full.  

I knew it was just the beginning... We would walk down and up again over and over but for now, to have gotten there was our first accomplishment.

We stood there, holding hands and I felt safe, confident ... but then you released your fingers out of mine and out of nowhere took me by the shoulders to have me face to face, then kissed me in the forehead to violently threw me into the void.

I fought within the air and instinctively got to grab myself from the edge of the cliff. My scared body was pending right below your feet, I raised my eyes seeking for compassion, believing you still could save me... but you did not. Your rough boots trampled my thin fingers against the rock, I stood the pain as long as I could until it was unbearable, and then with bleeding hands and broken inside, I finally closed my eyes and let go. 

I was ready to feel the cold air cross my back followed by the imminent ending but instead, a few meters below my lose body hit with suddenness, an unexpected pain reached every inch of my body. 

I was scared, lost and confused but I got the message: this had not over. 

I was right, the vastness that stretched till the edge of the horizon... was frightening, being left there by myself was. 

The night came and it felt like would never leave, I just laid there completely numb, sedated by the pain, feeling with clarity how it invaded my whole self. The tears came with no notice and traveled slowly to my temples to wet my hair... 

I wouldn't be able to say if it was because the sun never came or if my eyes were closed and I passed out but it felt like a 40 hours night. I remember exactly what made me get up and dare to look at the horizon with actual hope. While I  lay there a couple rocks went rolling over me, and when I raised my head to see from where were they coming..  there you were, leaning your body over the edge... staring at me. 

Your deep eyes crossed mine, an unexpressive look with no remorse and it was when I knew it. I wouldn't stay there to die or to be killed, neither will I resign to be saved, not this time. What you had taught after one more act of selfishness and condescence was that I must be my own savior, my very own hero. And just like that I stood up, looked at the vast landscape, took a deep breath, stepped backward a couple meters to take impulse, my bare feet ran over the cold rock and I threw myself into the void...

Everything had changed, I was not expecting to hit rock bottom to cease the pain. I have been keeping it secret for so many years that almost felt unreal but every now and then, a particular itch appeared on my back to remind me that there they were... my very own wings.  

So, I just needed to release myself from every leash, lose the coverups, and like that, naked, completely exposed, I was ready to spread my wings and touch the sky. Thereby, instead of closing my eyes and expect the fatal ending, I kept them wide open to witness my own feat, the moment my feathers will graze the floor before going back up to dance on the wind... 

I had gained my freedom back. Now, I am where I belong. 

The Beast had thrown me into the void and instead of falling into my dead, I learned to fly. 

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Viniste a mí, regresaste y simplemente me convenciste de esto, no me resistí.  Fue así como comenzó, como había sucedido todos estos años, sólo te seguí.

 Me miraste a los ojos, me tomaste de la mano y comenzamos a subir una vez más ...

 Nunca lo deseé más, nunca lo quise más, nunca creí más en nosotros y aunque la montaña parecía colosal no veía la hora de emprender el viaje contigo.

 Fue difícil, doloroso y desafiante llegar allí, pero alcanzamos la cima.  Lloré ante la impresionante vista, mis piernas temblaron un poco, pero mi corazón estaba lleno.

Sabía que era sólo el comienzo ... Bajaríamos y subiríamos colinas una y otra vez, pero por ahora, haber llegado allí era nuestro primer logro.

Nos quedamos ahí, tomados de la mano y me sentí segura, confiada ... pero entonces soltaste tus dedos de los míos y de la nada me tomaste de los hombros para ponerme frente a ti, me besaste en la frente y violentamente me arrojaste al vacío. Luché en el aire e instintivamente logré agarrarme del borde del acantilado.  Mi cuerpo asustado pendía justo debajo de tus pies, levanté los ojos buscando compasión, creyendo que aún podrías salvarme ... pero no lo hiciste.  Tus bruscas botas  pisotearon mis delgados dedos contra la roca, resistí el dolor lo más que pude hasta que fue insoportable y así con las manos sangrando y rota por dentro, finalmente cerré los ojos y me solté.

Estaba lista para sentir el aire frío atravesar mi espalda seguido por el inminente final pero en lugar de eso, unos metros debajo mi cuerpo perdido azotó contra la roca y un dolor inesperado me invadió todo el cuerpo.

Estaba asustada, perdida y confundida, pero entendí el mensaje: esto no había terminado.

Tenía razón, la inmensidad que se extendía hasta el borde del horizonte ... era aterradora, quedarme allí sola lo era.

Llegó la noche y sentí que nunca terminaría, me quedé así completamente entumecida, sintiendo con precisión el dolor invadir todo mi ser.  Las lágrimas llegaron sin previo aviso y viajaron lentamente por mis sienes hasta humedecer mi cabello ...

No podría decir si el sol nunca salió, si mis ojos permanecieron cerrados o si perdí el conocimiento, pero se sintió como una noche de 40 horas, hasta que algo me hizo levantarme. Lo recuerdo claramente porque me hizo atreverme a mirar el horizonte con verdadera esperanza.  Mientras yacía allí, un par de rocas rodaron sobre mí, y cuando levanté la cabeza para ver de dónde venían ... allí estabas, inclinando tu cuerpo sobre el borde ... mirándome fijamente. 

Tus ojos profundos atravesaron los míos pero era una mirada inexpresiva, sin remordimientos y fue cuando lo supe.  No me quedaría ahí para morir o ser asesinada, ni me resignaría a que alguien me salvara, esta vez no.  Lo que me habías enseñado después de un acto más de egoísmo y condescencia era que debía ser mi propia salvadora, mi propia heroína. 

Y así me levanté, miré el vasto paisaje, respiré profundo, retrocedí un par de metros para tomar impulso, mis pies desnudos corrieron sobre la fría roca y me arrojaron al vacío ...

 Todo había cambiado, no esperaba tocar fondo para detener el dolor.  Lo había mantenido en secreto durante tantos años que casi se sentía irreal, pero de vez en cuando una picazón particular aparecía en mi espalda para recordarme que allí estaban ... mis propias alas.

Tan sólo necesitaba liberarme de todas las ataduras, deshacerme de lo que me cubría y así, desnuda, completamente expuesta, estaba lista para extender mis alas y tocar el cielo.  De ese modo, en lugar de cerrar los ojos y esperar el final fatal, los mantuve completamente abiertos para ser testigo de mi propia hazaña, el momento en que mis plumas rozaran el suelo antes de volver a subir para bailar en el viento ...

 Había recuperado mi libertad.  Ahora estoy donde pertenezco.

 La Bestia me había arrojado al vacío pero en lugar de caer a mi muerte, aprendí a volar.